La aprobación de la renuncia de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea como ministro de la Suprema Corte, impulsada por Morena y sus aliados en la Comisión de Justicia del Senado, ha generado un intenso debate debido a las críticas del frente opositor. Este sector argumenta que la renuncia carece de una “causa grave” según lo estipulado en la Constitución, calificándola como una decisión basada en ambiciones políticas.
Senadores del PRI y PAN criticaron vehementemente la salida de Zaldívar un año antes de completar su periodo de 15 años, acusándolo de utilizar la Corte como un trampolín político para unirse al equipo de Claudia Sheinbaum, virtual candidata de Morena a la presidencia. Se cuestiona la inconstitucionalidad de su renuncia y su contribución a la indebida politización del poder judicial.
A pesar de las críticas, la Comisión respaldó la decisión, resaltando la libertad individual del Ministro para renunciar. Sin embargo, estos cuestionamientos plantean preocupaciones significativas sobre la interpretación de las causas constitucionales para la separación del cargo de ministros y la posible politización del poder judicial en México.