El miércoles, el peso mexicano registró un nuevo mínimo frente al dólar, no visto desde diciembre de 2015, cerrando en 16.54 por dólar. Esta depreciación se atribuye en gran medida al debilitamiento del dólar y al aumento de las apuestas a favor del peso en el mercado de futuros, según analistas financieros.
A pesar de la apreciación del peso, los expertos advierten sobre posibles riesgos de depreciación en los próximos meses. Factores como la incertidumbre política en Estados Unidos, con la posible candidatura de Donald Trump a la presidencia, y el deterioro de la actividad económica en México, podrían revertir rápidamente la situación, generando volatilidad en el tipo de cambio.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero del Banco Base, señaló que aunque la expectativa es que el Banco de México mantenga una política monetaria restrictiva, persisten factores que podrían aumentar el riesgo para el peso en el futuro cercano.