BYD, el reconocido fabricante chino de vehículos eléctricos, ha optado por paralizar su inversión en la construcción de una nueva planta en México, a la espera de los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre. Esta medida responde a la preocupación sobre cómo posibles cambios en la política comercial de EE.UU. podrían alterar los planes de la compañía.
Desde marzo, BYD había explorado tres posibles ubicaciones en México para su nueva planta, incluyendo Guadalajara, conocida por su creciente atractivo para empresas tecnológicas. A pesar de la visita de una delegación y de su vicepresidenta ejecutiva, Stella Li, a eventos clave en México, la decisión final se ha pospuesto.
Esta decisión de BYD se alinea con la estrategia de Tesla, que también suspendió sus planes de inversión en México en julio debido a la incertidumbre política en EE.UU. Mientras tanto, BYD continúa concentrando su producción en el mercado mexicano, con la intención de evitar aranceles estadounidenses y maximizar su capacidad local.